Vivir con la Discapacidad
Muchas personas no discapacitadas se quedan confundidas
cuando encuentran a una persona con discapacidad. Esto es natural. Todos nos
podemos sentir incómodos delante del "diferente".
No hagas de cuenta que la
discapacidad no existe. Si te relacionas con una persona discapacitada como si
ella no tuviera una deficiencia, vas a estar ignorando una característica muy
importante de ella. De esa forma, no te estarás relacionando con ella, sino con
otra persona, una que tú inventaste, que no es real.
Acepta la diferencia. Ella
existe y precisas considerarla. No subestimes las posibilidades, ni
sobreestimes las dificultades, y viceversa.
Las personas con
deficiencia tienen derecho, pueden y quieren tomar sus propias decisiones y
asumir la responsabilidad por sus elecciones.
Tener una deficiencia no
hace que una persona sea mejor o peor que una persona no deficiente.
Probablemente, por causa de la deficiencia, esa persona pueda tener
dificultades para realizar algunas actividades y, por otro lado, podrá tener
extrema habilidad para hacer otras cosas. Exactamente como todo el mundo.
A la mayoría de las
personas con discapacidad no les importa responder preguntas, principalmente
aquéllas hechas por niños, con respecto a su deficiencia y cómo con ellas
realizan algunas tareas. Pero, si no tienes mucha intimidad con la persona,
evita hacer muchas preguntas muy íntimas.
Cuando quieras alguna
información de una persona discapacitada, dirígete directamente a ella y no a
sus acompañantes o intérpretes.
Siempre que quieras
ayudar, ofrece la ayuda. Siempre espera a que tu oferta sea aceptada antes de
ayudar. Pero no te ofendas si tu ofrecimiento fue rechazado. Pues no siempre
las personas con deficiencia precisan de auxilio. A veces, una determinada
actividad puede ser mejor desarrollada sin asistencia.
Si no te sientes cómodo o
seguro para hacer alguna cosa solicitada por una persona discapacitada,
siéntete libre para excusarte. En este caso, sería conveniente buscar otra
persona que pudiese ayudar.
Las personas con
deficiencia son personas como tú. Tienen los mismos derechos, los mismos
sentimientos, los mismos recelos, los mismos sueños.
No debes tener temor de
hacer o decir alguna cosa errada. Actúa con naturalidad y todo saldrá bien. Si
ocurre alguna cosa embarazosa, una buena dosis de delicadeza, sinceridad y buen
humor nunca fallan.
No siempre las personas ciegas
o con deficiencia visual precisan auxilio, pero si encuentras alguna que
parezca estar en dificultades, identifícate y hazle notar que estás hablando
con ella y ofrécele tu ayuda. Nunca ayudes sin preguntar antes cómo debes
hacerlo.
En el caso de que tu ayuda
como guía sea aceptada, coloca la mano de la persona en tu codo . Ella irá
acompañando el movimiento de tu cuerpo en cuanto tú vayas andando. Y siempre es
bueno que le avises , anticipadamente, la existencia de desniveles, pisos
resbaladizos, pozos y obstáculos en general durante el trayecto. En un corredor
estrecho, por donde sólo es posible pasar una persona, coloca tu brazo para
atrás, de modo que la persona ciega pueda continuar siguiéndote. Para ayudar a
una persona ciega a sentarse, debes guiarla hasta la silla, informándole si
ésta tiene apoya-brazos o no. Deja que la persona se siente sola.
Al explicar direcciones
para una persona ciega, sé lo más claro y específico posible, preferentemente
indica las distancias en metros ("unos veinte metros al frente").
Algunas personas, sin
darse cuenta, hablan en un tono de voz más alto cuando conversan con personas
ciegas. A menos que la persona tenga, también, una deficiencia auditiva que
justifique eso, no tiene ningún sentido gritar. Habla en un tono normal de voz.
Por más tentador que sea acariciar al perro guía, acuérdate de que esos perros
tienen la responsabilidad de guiar un dueño que no ve. No debes distraer al can
de su deber de guía.
Las personas ciegas o con
visión subnormal son como tú, sólo que no ven. Trátalas con el mismo respeto y
consideración que tratas a todas las personas. En la convivencia social o
profesional, no excluyas a las personas con deficiencia visual de las
actividades normales. Deja que ellas decidan cómo quieren o pueden participar.
Proporciona a las personas ciegas o con deficiencia visual la misma oportunidad
que tienes tú de tener éxito en un cometido o de fallar.
No te incomodes por usar
palabras como "mirar" o "ver". Las personas ciegas las usan
con naturalidad. Cuando te vayas del lugar, avisa siempre al discapacitado
visual que está contigo.
Es importante saber que
para una persona sentada es incómodo quedar mirando para arriba mucho tiempo,
por lo tanto, al conversar por más tiempo que algunos minutos con una persona
que usa silla de ruedas, si fuera posible, recuerda sentarte para que tú y ella
queden con los ojos al mismo nivel.
La silla de ruedas ( así
como los bastones y las muletas) es parte del espacio corporal de la persona,
casi una extensión de su cuerpo. Asirse o apoyarse en la silla de ruedas, es
como asirse o apoyarse en una persona sentada en una silla común. Eso muchas
veces es simpático si la persona y tú fueran amigos, pero no debe ser hecho si
no se conocen
Nunca muevas la silla de
ruedas sin antes pedir permiso a la persona. Empujar a una persona en silla de
ruedas no es como empujar un carrito de supermercado. Cuando estuvieras
empujando a una persona sentada en una silla de ruedas y pares para conversar con
alguien, acuérdate de girar la silla de frente para que la persona también
pueda participar de la conversación.
Al empujar una persona en
silla de ruedas, hazlo con cuidado. Presta atención para no atropellar a las
personas que caminan adelante. Para subir desniveles, inclina la silla para
atrás para levantar las rueditas de adelante y apoyarlas sobre la elevación.
Para descender un escalón, es más seguro hacerlo marcha atrás, siempre apoyando
para que el descenso no produzca un fuerte impacto. Para ascender o descender
más de un peldaño, en consecuencia, será mejor pedir ayuda a alguna otra
persona.
Si estuvieras acompañado
de una persona discapacitada que anda despacio, con auxilio o no de aparatos y
bastones, procura de ir al ritmo de ella.
Mantén las muletas o
bastones siempre cerca de la persona discapacitada. Si piensas que ella está en
dificultades, ofrece ayuda y en caso de que sea aceptada, pregunta cómo debes
hacerlo. Las personas tienen sus técnicas personales para subir escaleras, por
ejemplo, y, a veces, una ayuda inadecuada puede hasta entorpecer las cosas.
Otras veces la ayuda es esencial. Pregunta y sabrás como actuar y no te ofendas
si la ayuda es rechazada.
Si presencias una caída de
una persona con deficiencia, ofrece ayuda inmediatamente. Pero nunca ayudes sin
preguntar, y sin preguntar cómo debes hacerlo.
Fíjate si existen barreras
arquitectónicas cuando fueras a escoger una casa, restaurante, teatro o
cualquier otro local que quieras visitar con una persona con discapacidad
física.
Las personas con parálisis
cerebral pueden tener dificultades para caminar, pueden hacer movimientos
involuntarios con piernas y brazos y pueden presentar expresiones extrañas en
el rostro. No te intimides con esto, son personas como tú. Generalmente, tienen
inteligencia normal, o a veces, hasta por encima de la media.
Si la persona tuviera
dificultades para hablar y no comprendieras inmediatamente lo que ella está
diciendo, pide que lo repita. Personas con dificultades de este tipo no se
incomodan en repetir si es necesario para hacerse entender.
No te reprimas para usar
palabras como "andar" o "correr". Las personas con
deficiencia física emplean naturalmente esas mismas palabras.
Cuando encuentres a un
Paralítico Cerebral, recuerda que él tiene necesidades específicas debido a sus
diferencias individuales. Para lidiar con estas personas, tenemos las
siguientes sugerencias:
* Es muy importante
respetar el ritmo del PC, normalmente él es más lento en lo que hace, como
hablar, andar, tomar las cosas, etc.
* Ten paciencia al oírlo, la mayoría tiene
dificultades en el habla. Hay personas que confunden estas dificultades y ritmo
lento con deficiencia mental. No trates al PC como a un niño o un incapaz.
Acuérdate de que el PC no es portador de una enfermedad grave o contagiosa, la
parálisis cerebral es fruto de una lesión cerebral, que se ocasionó antes,
durante o después del nacimiento, causando desorden sobre los controles de los
músculos del cuerpo. Por lo tanto, no es una enfermedad y tampoco es transmisible.
Es una situación.
Trata a la persona con
discapacidad con la misma consideración y respeto que usas con las demás
personas.
Personas Sordas o con Deficiencia Auditiva.
No es correcto decir que
alguien es sordomudo. Muchas personas sordas no hablan porque no aprendieron a
hablar. Muchas hacen lectura labial, otras no.
Cuando quieras hablar con
una persona sorda, si ella no te estuviera prestando atención, haz un gesto o
tócala levemente en su brazo. Cuando estés conversando con una persona sorda,
habla de manera clara pronunciando bien las palabras, mas no exageres. Usa tu
velocidad normal, a no ser que te pida que lo hagas más lentamente. Usa un tono
normal de voz, a no ser que te pida hablar más alto. Gritar nunca resulta.
Habla directamente con la persona, no al lado o atrás de ella. Haz que tu boca
sea bien visible. Hacer ademanes o sostener algo delante de la boca torna
imposible la lectura labial. Usar bigote también complica las cosas. Cuando
hables con una persona sorda, trata de quedarte en un lugar iluminado. Evita
quedarte contra la luz (de una ventana, por ejemplo) porque eso le dificulta
ver tu rostro.
Si supieras algún lenguaje
de señas, trata de usarlo. Si la persona sorda tuviera dificultad en entender,
avisará. De modo general, tus tentativas serán apreciadas y estimuladas.
Sé expresivo al hablar.
Como las personas sordas no pueden oír cambios sutiles en el tono de la voz que
indican sentimientos de alegría, tristeza, sarcasmo o seriedad, las expresiones
faciales, los gestos y los movimientos de tu cuerpo serán excelentes
indicaciones de lo que quieres decir.
Mientras estés
conversando, mantén siempre el contacto visual. Si desvías la vista, la persona
sorda puede pensar que la conversación terminó.
No siempre la persona
sorda tiene una buena dicción. Si tuvieras dificultad para comprender lo que
ella está diciendo, no temas en pedir que te repita. Generalmente, las personas
sordas no se incomodan de repetir las veces que sea necesario para ser
entendidas.
Si fuera necesario,
comunícate a través de tarjetas. Lo importante es comunicarse. El método no es
tan importante.
Cuando la persona sorda
estuviera acompañada de un intérprete, dirígete a la persona sorda, no al
intérprete
Algunas personas mudas
prefieren la comunicación escrita, algunas usan lenguaje en código y otras
prefieren códigos propios. Estos métodos pueden ser lentos, requieren paciencia
y concentración. Tal vez tengas que encargarte de gran parte de la
conversación.
Trata de recordar que la
comunicación es importante. Tú puedes ir probando con preguntas cuya respuesta
sea sí / no. Si es posible, ayuda a la persona muda a encontrar la palabra
acertada, así ella no precisará de tanto esfuerzo para dar su mensaje. Pero no
te pongas ansioso, pues eso puede entorpecer la conversación.
Debes actuar naturalmente
al dirigirte a una persona con deficiencia mental. Trátalas con respeto y
consideración. Si fuera un niño, trátala como a un niño. Si fuera un
adolescente, trátala como a un adolescente. Si fuera una persona adulta,
trátala como tal.
No las ignores. Salúdalas
y despídete de ellas normalmente, como harías con cualquier persona. Dales
atención, conversa con ellas, y verás cómo será de divertido. Sé natural, di
palabras amistosas.
No las sobreprotejas. Deja
que ellas hagan o traten de hacer solas todo lo que puedan. Ayúdalas apenas
cuando fuera realmente necesario. Las personas con deficiencia mental llevan
más tiempo para aprender, pero pueden adquirir muchas habilidades intelectuales
y sociales.
Recuerda: el respeto está
en primer lugar y sólo existe cuando hay intercambio de ideas, informaciones y
voluntades. Por mayor que sea la discapacidad, recuerda las capacidades de la
persona que está ahí.
Las personas con
deficiencia mental, generalmente, son muy cariñosas. Discapacidad mental no
debe ser confundida con enfermedad mental.
Gracias Fundación Homero - Chile
http://libreopinion.com/members/fundacionhomero/vivirdiscapacidad.html
Me pareció muy interesante este informe, ya que te explica con exactitud, como tratar a una persona con algun problema físico o mental. Me dió muchas herramientas para que las empiece a poner en práctica cada vez que me encuentre personas con este problema.
ResponderEliminarMe gustó mucho este artículo. Considero muy importante estas pautas sobre cómo relacionarnos con personas con discapacidades diferentes, ya que ayudarían mucho en su integración y adaptación a la sociedad. Es fundamental tanto para estudiantes, profesionales como para el resto dela comunidad.
ResponderEliminarCreo yo, que este artículo debería divulgarse en redes sociales y medios de comunicación, para que todos puedan informarse sobre como tratar a estar personas y llevarlo a la práctica...
Me parece sumamente importe el contenido de este artìculo, ya que son de mucha importancia todas las pautas dadas acerca de como relacionarnos con estas personas. Debería tener mas conocimiento de publico, ya que así podríamos hacerles saber a aquellas personas que discriminan a estos niños o adultos que todos podemos vivir y compartir este mundo como personas iguales, sin diferencia y contaminación. Hay que aprender a vivir con Integración, eso es lo que le falta a nuestra provincia.
ResponderEliminarme parecio muy interesante la publicacion ya que podemos tomar en cuenta las herramientas que nos ofrece para poder relcionarnos con los demas y a partir de estas pensar y tomar otras actitudes para poder hacer sentir a la persona que tiene una discapacidad integrada a este medio social ya que por discriminacion esto no se hace, lo cual ayudaria en su autoestima y en lo senti mental que es lo mas importante.
ResponderEliminarMe pareció información muy útil. A veces nos parece que son datos obvios, pero creo que no. Salvo que uno en su vida diaria trate con personas con discapacidad, no sabe muy bien qué hacer en un encuentro, se pone ansioso y todo puede salir mal. Igual pasa con cualquier situación no familiar en que uno no sabe qué reglas debe seguir. ¿Cómo se saluda a una señora japonesa, con todo su atuendo y peinado tradicional? ¿Se le da un beso? ¿O la mano? ¿ O se hace una reverencia?
ResponderEliminarAl leer este articulo mi cuerpo se estremeció, cuantas veces uno sin darse cuenta trata a la otra persona como sino pudiese tal cosa o no pudiese realizar tal otra,simplemente porque vemos que es diferente a nosotros.Y entonces debemos preguntarnos qué es ser diferente a nosotros.Acaso en lo diferente del otro, no estaría lo que nos falta a nosotros.Que cosa no!! Andamos por la vida pensando que podemos todo, que tenemos todo porque nos categorizamos en un marco de normal. Y porqué nos categorizamos así, acaso será porque no nos falta uno de nuestros miembros, o será porque podemos hablar bien, mirar perfecto, oír hasta el sonido de un alfiler y demás. Sin embargo, a veces no oímos las voces quienes nos necesitan, no vemos el amor que nos rodea, ni caminamos en paz porque así podemos, ni corremos ante el grito de auxilio, ni extendemos la mano para levantar a nuestro amigo caído. Que raro no!! Somos personas todos, sin embargo no aceptamos que aún así cada uno es único e irrepetible y que solo por eso tenemos características propias, ÚNICAS! MÁGICAS, diría yo.
ResponderEliminarPettina,Janet
El texto brinda herramientas valiosas que permiten conocer como podemos relacionarnos de manera simple.Además demuestra que no hace falta tener conocimientos científicos sobre la discapacidad a la hora de comunicarnos ya que solamente necesitamos actitud y predisposición.
ResponderEliminarEn muchos casos por no saber qué hacer y cómo hacerlo damos la sensación de indiferencia, como si en nuestroa planes estuviera la idea de ignorlas.Pero no es esa la intención, es desconocimiento
También, es verdad que otras personas ponen rótulo y se niegan a conocerlas o se levantan de sus asiento en el micro para escapar de lo "raro". En ese caso si hay intención de ignorar.
Por lo tanto, apostemos al cambio con el ejemplo.